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NM-52-MS-MA Incidencia de melanoma en la CDMX


Categoría: Medio Superior (Preparatoria)
Área de participación: Medicina y Salud

Miembros del equipo:
Patricio Croché Bachbush
Ana Luisa Hernández Espinosa
Rodrigo Rejón Basañez

Asesor: Ana Isabel Niebla del Campo

Escuela: Instituto Thomas Jefferson campus zona esmeralda

Resumen

La exposición a la radiación de rayos ultravioleta, propagada por el sol, es un factor de riesgo para toda la sociedad. Es capaz de causar muchos tipos de cáncer de piel. En la Ciudad de México, los índices de UV son muy altos debido a su posición geográfica. El cáncer de piel, ha mantenido su posición durante los últimos cuatro años, como el tercer tipo de cáncer más común en la población de CDMX. En promedio, al mediodía, el índice de UV alcanza su pico, llegando a 10.9, manteniéndose en la categoría “extremadamente alta”. Este es capaz de causar mucho daño hasta en las pieles más oscuras y resistentes al sol. En la Ciudad de México recibimos más del 35% de radiación que en otras ciudades debido a su altura. Para prevenir daños severos a la piel, se recomienda el uso de protectores solares, no estar expuesto al sol durante las horas con los índices más altos (12:00 – 14:00 horas) y acudir a un dermatólogo, para prevenir la proliferación de distintos tipos cáncer de piel.

Pregunta de Investigación

¿Qué probabilidad existe de desarrollar melanoma en la ciudad de México?

Planteamiento del Problema

El cáncer de piel se ha convertido en un problema de salud pública, no sólo en el país, sino en el mundo. En la Ciudad de México recibimos 35% más radiación que en las costas debido a la altitud; sin embargo, al estar en la playa el daño es mayor porque usamos menos ropa. A eso se suma que en los últimos años lo estéticamente aceptable es estar bronceado, y por ello la gente pasa más tiempo expuesta a los rayos solares. Durante 4 años seguidos, 2008 a 2012, el cáncer de piel fue el tercer motivo más frecuente de primera consulta en el Instituto Nacional de Cancerología. (Roldán, 2016).

 

Antecedentes

La radiación UV es un tipo de radiación electromagnética.

 

La exposición a la radiación ultravioleta es un factor de riesgo principal para la mayoría de los cánceres de piel. La luz solar, es la fuente principal de la radiación UV. Las lámparas y camas bronceadoras, también son fuentes de ésta. Los rayos UV dañan el ADN de las células de la piel. Los cánceres de piel comienzan cuando este daño afecta el ADN de los genes que controlan el crecimiento de las células de la piel.

Sin embargo, los rayos ultravioleta son sin duda una de las principales causas para melanoma. Los rayos UV pueden dañar el ADN en las células de la piel. Algunas veces este daño afecta a ciertos genes que controlan la manera en que las células de la piel crecen y se dividen. Si estos genes ya no funcionan adecuadamente, las células afectadas pueden formar cáncer. (American Cancer Society, 2019)

 

Existen 3 tipos de rayos UV:

  • Rayos UVA: Estos rayos están asociados al daño de la piel a largo plazo tal como las arrugas, pero también se asocia en algunos tipos de cáncer. La mayoría de las camas bronceadoras emiten grandes cantidades de UVA que según se ha descubierto aumentan el riesgo de cáncer de piel.

 

  • Rayos UVB: Tienen mayor efecto en la piel que los rayos UVA. Estos rayos pueden dañar directamente al ADN de las células de la piel, y son los principales rayos que causan quemaduras de sol. Asimismo, se cree que causan la mayoría de los cánceres de piel.

 

  • Rayos UVC: Tienen más energía que otros tipos de rayos UV, pero no penetran nuestra atmósfera. No son normalmente una causa de cáncer de piel. (American Cancer Society, 2017).

 

El cáncer de piel es una enfermedad maligna, producida por la división y crecimiento descontrolado de las células que la forman, con capacidad para invadir los tejidos y estructuras sanas de alrededor y en algunos casos, a otros órganos a distancia.

 

Hace algunos años, el cáncer de piel era común en personas mayores de 50 años, hoy, gracias a la mayor exposición que se tiene al sol y la costumbre de asistir a camas de bronceado, es posible observar la enfermedad en personas más jóvenes.

 

Existen tres tipos principales de cáncer de piel:

  • Carcinoma basocelular o carcinoma tricoblástico: Es una neoplasia epitelial de bajo grado de malignidad, exclusiva de la piel y constituida por células germinativas, es decir, análogas a las que constituyen el complejo folículo sebáceo apocrino en el embrión. Recibe su denominación por su semejanza con las células del estrato basal.
  • Carcinoma epidermoide: El carcinoma epidermoide de la piel, se manifiesta de manera versátil; puede presentarse como placas queratósicas, eritematoqueratósicas, úlceras, o bien engrosamientos en forma de pápulas y nódulos, así como masas tumorales o la combinación de éstos. Es la neoplasia cutánea más frecuente en el ser humano.
  • Melanoma: Tipo de cáncer cutáneo menos frecuente, aunque en los últimos años, su incidencia ha aumentado considerablemente. Las células afectadas son los melanocitos (células encargadas de producir el pigmento que da color a la piel). Las radiaciones solares pueden alterar su ADN y comienzan a dividirse y crecer descontroladamente, invadiendo los tejidos sanos de alrededor y otros órganos a distancia. Los melanomas se desarrollan sobre todo en personas de piel y ojos claros con dificultad para broncearse y que han sufrido quemaduras solares, fundamentalmente en la infancia o adolescencia. (Asociación Española contra el Cáncer, 2017).

El melanoma es la neoplasia maligna. Usualmente se origina en el melanocito normal de la unión dermo-epidérmica. En otros casos se origina en el nevo Clark o en el nevo congénito. También surge en la conjuntiva y en los tejidos blandos. Es una de las neoplasias malignas más agresivas de la patología humana. Ante la sospecha de melanoma está indicada la biopsia. El tratamiento del melanoma es quirúrgico. (Magaña, G., M. & Magaña, L., M., 2011)

El melanoma surge en manos y pies, principalmente en las palmas y plantas, así como en las regiones subungueales, en la población de raza blanca, en la que el melanoma surge más frecuentemente en la pierna para la mujer y en el dorso para el hombre. (Magaña, G., M. & Magaña, L., M., 2011).

Se inicia como una pequeña mancha hiperpigmentada que crece de manera horizontal dentro de la epidermis inicialmente, y en algún momento pasa a ser vertical, de tal manera que se forma una pápula. (Magaña, G., M. & Magaña, L., M., 2011).

Aún no se sabe la causa del melanoma, no obstante, se acepta que, como en toda enfermedad, existen los factores genéticos y ambientales. (Magaña, G., M. & Magaña, L., M., 2011).

Existen múltiples factores que van a influir en la evolución del melanoma de un individuo a otro; sin embargo, no es posible aún poderlos medir para aplicarlos en una clínica, por lo que se divide en cinco niveles de progresión del melanoma; del I al V. Se trató de dar un valor pronóstico a cada uno por su subjetividad y variaciones anatómicas en el grosor de la piel, pero este se abandonó hace muchos años. En el presente se emplea como dato de mayor relevancia el espesor de la masa tumoral del melanoma, que se mide bajo del microscopio para expresar en milímetros el grosor de Breslow. Un melanoma con grosor de Breslow menor de 0.76 mm tiene un pronóstico muy favorable, con supervivencia de 93.2% a ocho años; si el grosor es de 0.76 a 1.69 mm, el pronóstico es de 85.6%; si el grosor es de 1.70 a 3.60 mm, el pronóstico es de 59.8%, y cuando el grosor de Breslow es mayor a 3.60 mm, el pronóstico es de 33.3% a ocho años.

Imagen 1. Los tipos de cáncer de piel que existen. (Dr. Edgar Teolotitla, s.f.).

 

Proliferaciones de melanocitos:

Las proliferaciones de melanocitos representan la alteración más común en la patología cutánea.

Los nevos melanocíticos, comúnmente conocidos como “lunares” son proliferaciones de melanocitos que se presentan como manchas o pápulas, nódulos, o bien como placas de diversos tamaños y formas. Éstos pueden estar presentes al nacer o aparecer tardíamente.

 

Existen 4 tipos de nevos:

  • Nevos de Unna: Más frecuente en el tronco, en la piel cabelluda y en el cuello. Son lesiones papulares o nodulares de aspecto verrugoso, consistencia blanda y es más común en los adultos.

 

  • Nevos de Miescher: Más frecuente en la cara, principalmente alrededor de la boca. Lesiones hemisféricas como domos muy comunes en la población.

 

  • Nevos de Spitz: Se conoce como “melanoma juvenil” o “melanoma juvenil benigno”. Se trata de una lesión benigna. Se pueden encontrar en adultos o niños. Anteriormente se creían melanomas, ya que exhiben microscópicamente cambios atípicos. Son más frecuentes en extremidades y se presentan como pápulas hemisféricas y con frecuencia de color rosado por su vascularización.

 

  • Nevos de Clark: También conocidos como “lunar B-K” o “nevo displásico”. Es común en el caucásico. Generalmente se presenta como múltiples lesiones pigmentadas en el tronco y raíces de miembros. Por lo general es asimétrico, sus bordes pueden no ser precisos, como tampoco la distribución del color. En un principio se presenta como mancha y sigue la evolución natural del nevo (no siempre hace relieve la totalidad de la lesión, sino solo la parte central). (Magaña, G., M. & Magaña, L., M., 2011).

 

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que el cáncer de piel es el más frecuente en los seres humanos, pues cada año se diagnostican dos millones de nuevos casos en todo el mundo. En México ocupa el primer lugar de incidencia entre los hombres y el tercero entre las mujeres.

 

Por su parte, el dermatólogo especialista Rodrigo Roldán Marín, argumenta que “Un problema que se presenta en nuestro país es la falta de cultura de prevención, lo que ha derivado en que la mayoría de la población no tome las medidas precautorias necesarias frente a esta enfermedad”. (Dr. Roldán Marín, 2018).

A su vez, es pertinente mencionar que, actualmente, México se encuentra en el octavo lugar de los países en las que presentan más muertes ocasionadas por cáncer de piel.

Imagen 2. Gráfica de los 10 primeros países con mayor número de muertes ocasionadas por cáncer de piel. Se observa a México en la posición 8 de este ranking.  (Rojas, 2018)

Cualquier persona puede desarrollar cáncer de piel, sin embargo, las personas con ciertas características tienen mayor propensión de adquirirlo:

  • Piel clara.
  • Piel que fácilmente se quema, enrojece o le salen pecas o que bajo el sol se siente adolorida.
  • Ojos azules o verdes.
  • Cabello rubio o pelirrojo.
  • Cierto tipo de lunares o numerosos lunares.
  • Antecedentes familiares de cáncer de piel.
  • Antecedentes personales de cáncer de piel.
  • Un historial de quemaduras solares o alteraciones en el sistema inmunitario.

Las personas con estas características deberán de acudir al dermatólogo al menos una vez al año.

Los médicos señalan que es más fácil prevenir que tratar. Al igual que vamos al dentista un par de veces al año, hay que asistir al dermatólogo para evitar cáncer de piel, sobre todo si hay factores de riesgo. Los mayores de 50 de ellos, están en mayor riesgo. (Roldán, 2016).

 

A continuación, contamos con las mejores recomendaciones para evitar el cáncer de piel:

1. Caminar bajo la sombra:

Al realizar actividades al aire libre hay que buscar siempre la sombra y limitar la tomar el sol durante las horas críticas del día, de 12:00 a 16:00 horas.

2. Utilizar ropa que nos cubra del sol:

Las prendas de manga larga, los sombreros de ala ancha y las gorras ayudan a proteger la piel. También se aconseja usar gafas con cristales que contengan filtro ultravioleta.

3. Radiación artificial:

No usar lámparas ni cabinas de bronceado.

4. Evitar quemaduras solares:

Una protección solar adecuada durante los primeros 15 años de vida reduce el riesgo de cáncer de piel en un 70 por ciento.

5. Aplicar bloqueador solar los 365 días:

Los dermatólogos recomiendan usar fotoprotectores a diario, incluso en los días nublados, con un factor superior a 30 y que actúen contra la radiación UVA Y UVB.

6. Déficit de Vitamina D:

La absorción de este nutriente está directamente relacionada con la exposición solar. El uso de fotoprotectores de forma regular no impide sintetizar la cantidad suficiente de vitamina D.

7. Autoexploración:

Conviene revisar la piel una vez al mes para observar si aparecen nuevos lunares o si existen cambios en los localizados previamente. Hacer fotografías es útil para comprar su evolución.

8. Acudir a un Dermatólogo:

Para saber cuándo es necesario ir a un especialista, existe la regla del ABCDE: lunares con asimetría, bordes irregulares, distintos colores en una misma lesión, manchas con un diámetro grande y evolución rápida (crecimiento rápido). Otros motivos de consulta son las lesiones sangrantes, inflamadas o con erosiones que no curan después de tres semanas.

Objetivo

Crear conciencia sobre los riesgos que se presentan en la Ciudad de México respecto a la luz solar, para prevenir el cáncer de piel.

Justificación

En la Ciudad de México recibimos más radiación que al nivel del mar, pues estamos a 2,250 metros de altura, es decir, estamos más cerca del sol, y a esto se suman los efectos causados por la contaminación; por ello debemos cuidar más la piel. En 2014 la OCDE (La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) publicó que en la Ciudad de México mueren al año 613 personas por cáncer de piel. Además, como ya fue mencionado, México ocupa el primer lugar en incidencia de cáncer de piel en hombres y el tercer lugar en mujeres, por lo que la población debería de tener más información acerca de los cuidados que debe tener para poder evitar llegar a desarrollar melanoma.

Hipótesis

Al comparar los índices de rayos  UV en la Ciudad de México durante una quincena de marzo, podremos concluir que existe una alta probabilidad de desarrollar melanoma a pesar de los factores de protección como lo es la tez oscura de la población mexicana.

Método (materiales y procedimiento)

En esta investigación documental se realizó una búsqueda utilizando páginas de internet, libros, videos y entrevistas. Nuestros resultados los extrajimos de una página de internet del gobierno, la cual nos dio los datos sobre el índice de los rayos UV durante la primera quincena de marzo. Se realizó una comparación con los diferentes días y distintas horas de los rayos UV en las primeras dos semanas de marzo del 2019, para determinar cuándo se corre mayor riesgo al estar expuesto al sol.

Galería Método

Resultados

Anexo melanoma

Índice de Rayos UV en CDMX
PROMEDIO del 1 al 15 de Marzo
Hora Índice UV Minutos en el Sol (por tipo de Piel)
I II III IV V VI
8:00 1 60 60 60 60 60 60
10:00 6.2 16 22 28 36 44 56
12:00 10.9 8 12 16 19 24 30
14:00 10.3 9 14 17 21 26 33
16:00 3.6 27 41 51 60 60 60
18:00 0 60 60 60 60 60 60
20:00 0 60 60 60 60 60 60
Interpretación del índice UV
Categoría de exposición Intervalo de valores
Baja ≤ 2
Moderada 3 a 5
Alta 6 a 7
Muy alta 8 a 10
Extremadamente alta ≥ 11
Tipos de Piel
I Muy Clara Es extra sensible y siempre se quema, no resiste el bronceado.
II Clara Se quema con facilidad.

Raramente se logra un mínimo bronceado.

III Morena Clara Se quema con moderación.

Bronceado gradual.

IV Morena Oscura Se quema mínimamente.

Siempre se broncea.

V Oscura Raramente se quema.

Bronceado profundo.

VI Muy Oscura No se quema.

Piel con profunda pigmentación.

Galería Resultados

Discusión

Finalizado el experimento, pudimos concluir que en la Ciudad de México, el índice de rayos ultravioleta (UV) es muy alto, por lo que se recomienda seguir los nueve pasos para la prevención del cáncer de piel; al igual que si tenemos actividades en el exterior, en donde el sol nos podría dar fijamente durante periodos largos de tiempo, de preferencia se deberían de hacer antes del mediodía, ya que a estas horas es cuando el índice de radiación llega a su pico, y por lo tanto aumentamos exponencialmente la probabilidad de que nos de cáncer de piel.

Si no se puede hacer antes del mediodía, otra opción sería después de las 3 o 4 de la tarde. Esto es porque en la tabla, entre las 2:00 PM y las 4:00 PM es cuando hay una mayor diferencia en el índice. En estos horarios disminuye el índice de Rayos UV 6.7 unidades, bajando de 10.3 a 3.6. Esto es más recomendable ya que sigue siendo un horario aceptable para la mayoría de la gente para hacer sus actividades cotidianas, pero no están expuestas a tantos Rayos UV y por lo tanto puede prevenir el cáncer de piel.

Conclusiones

Durante la primera quincena del mes de marzo, se realizó un estudio donde reunimos toda la información necesaria para comparar los índices de rayos UV. Al terminar esta recopilación, se puede concluir que el momento en el que el sol emite la mayor cantidad de estos es al mediodía (12:00 PM). Durante este tiempo, en promedio se obtuvo un índice de 10.9, este se encuentra dentro de la categoría “extremadamente alta”, como se puede ver la tabla “Interpretación del Índice UV”, en la cual, existen 5 categorías, donde varía desde índice de 0 a mayor de 11.

En cuanto más alto sea el índice, menos tiempo se debería de exponer al sol cada tipo de piel. Al saber esto, se puede observar que en la tabla existe una división “Minutos en el Sol (por tipo de piel)”, la cual se encarga de dictar cuánto tiempo debería de estar una persona con cierto tipo de piel, es decir a la pigmentación que se encuentra en esta. Luego, para poder identificar el tipo de piel de cada persona, se creó otra tabla, “Tipos de Piel”, donde se especifica cada tipo, variando desde “Muy clara” (I) a “Muy Oscura” (VI). Esta tabla incluye: una foto con los colores de piel, la enumeración de cada tipo de piel, el nombre y una pequeña descripción sobre la facilidad para quemarse y broncearse.

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